¿Por qué el Bitcoin genera tanta desconfianza en España?

Aunque parezca sorprendente, gran parte de la población está totalmente apartada del mundo de las criptomonedas. El Bitcoin ha hecho mucho ruido, nadie lo niega, sin embargo, en España hay un profundo desconocimiento hacia esta moneda.
Cualquiera que esté expuesto al mundo online diariamente, está en contacto con transacciones, transferencias, compras online, redes sociales… ¿Sabías que todas estas actividades tienen mucha relación con las criptomonedas digitales? La llegada de las criptomonedas no significa únicamente comprar Bitcoin y venderlo cuando suba de precio. Se trata de un flujo intenso de libertad para cualquier individuo que quiera apartarse del control que ejercen los bancos y gobiernos sobre nuestros ingresos, trabajos, ahorros y vida en general. Las criptomonedas circulan por la red de manera descentralizada, entre todos nosotros las mantenemos vivas. No importa que un equipo o un procesador se apague, gracias a que hay miles de ellos más conectados, la red se mantiene viva por siempre.
Ayer 14 de diciembre, Google y sus servidores experimentaron una caída inesperada que puso patas arriba internet. Algunos se llevaban las manos a la cabeza pensando que el fin del mundo había llegado. Bitcoin, Ethereum, Litecoin y el resto de criptomonedas seguían funcionando sin problemas. Es más, se vieron reforzadas. Bitcoin entre ayer y hoy ha sufrido un pequeño impulso alcista en su precio. Lo bueno de las criptodivisas es que no dependen de nada ni nadie. Aunque llueva fuego, el euro desaparezca, caigan asteroides ardientes o los dinosaurios resurjan del inframundo, no se inmutan.
¿Debería invitarnos a investigarla verdad? La desconfianza nace por culpa de la ignorancia. El ser humano prefiere mantenerse en esta ignorancia que tomar el riesgo de conocer algo nuevo. Tal vez porque ese algo nuevo le presente un desafío, un riesgo o una amenaza contra su seguridad y su imaginaria zona de confort. No cae en la idea de que puede ser una oportunidad, un reto que le lleve a mejores momentos.
Es innegable que Bitcoin se usa en gran parte del mundo como un medio para ocultar fondos ilícitos, financiación de empresas fantasma, blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, regalías de empresas no declaradas, extorsión, estafa y especulación. Esta última la que suelen practicar los amantes de esta divisa.
La desconfianza nace porque a los oídos de los españoles llegan antes las malas noticias que las buenas. Curiosamente para las malas noticias ponemos el oído a tono. Para las oportunidades de negocio, de alcanzar la libertad y de salir de lo común, sordera absoluta.
Si te tomas la molestia de preguntar a tus amigos y conocidos qué es el Bitcoin la mayoría ni lo habrá escuchado. Especialmente si están desconectados del mundo digital. Si les hablas de comprarlo algunos hasta se sentirán ofendidos/as. Insisto en que esta actitud viene alimentada por el desconocimiento, que genera rechazo.
España sigue teniendo deberes pendientes y gran parte de su población presenta preocupantes problemas de dependencia. Esta dinámica es la que explica porque muchas personas no intentan buscar alternativas al empleo, el subsidio y las ayudas del gobierno. La cultura digital sólo se propaga para consumir decenas de horas de contenido en redes sociales. Si nos comparamos con Suecia, Noruega, Reino Unido, Estados Unidos o incluso Colombia, podemos observar el atraso que existe en el país respecto al mundo de las criptomonedas. Más nos vale cambiar la tendencia si queremos alcanzar cotas más altas de libertad.